“La única política pública posible es la reducción de la extracción del acuífero”

César Arias de la Canal es Presidente del Consejo Directivo de El Charco del Ingenio en San Miguel de Allende.

OCAS

¿Podrías hacer un balance de los tres Foros del Agua en El Charco del Ingenio? ¿Avances, desafíos…?

Por ser parte del mandato de nuestra asociación civil, en El Charco del Ingenio decidimos convocar al primer Foro del agua 2016 ante el cúmulo de información que teníamos, proporcionada tanto por científicos de la UNAM, sobre todo Marcos Adrián Ortega, como del extraordinario trabajo de CEDESA en la región de Dolores Hidalgo y varios municipios del Norte de Guanajuato. Hubo otras personas que también nos abrieron los ojos sobre la gravedad del problema del agua en San Miguel de Allende. Fue cuando decidimos hacer la convocatoria a los actores principales de la cuenca de la Independencia que estaban padeciendo una problemática similar. Me refiero a la enorme presencia de arsénico y fluoruro en el agua, entre otros elementos, para consumo humano. El contacto con materiales fósiles, debido a la profundidad de la extracción del agua, básicamente para la exportación de productos agrícolas, es la causa directa de este fenómeno. Entonces vimos como el agua se estaba covirtiendo en un recurso no renovable al no haber recarga del acuífero.

Hicimos una amplísima convocatoria y logramos una gran presencia, no sólo por las ponencias sino porque elaboramos un manifiesto final que es La Declaración del Charco del Ingenio. Ahí se plantearon todos los puntos de la problemática del acuífero de la Independencia, así como las soluciones. Entre ellas privilegiamos las políticas públicas. Porque la solución no está en la buena voluntad de la gente de cambiar sus conductas, como una actitud moral, para el ahorro y reuso del agua en sus hogares o negocios.

Nosotros pagamos impuestos a un gobierno que no está cumpliendo con su función de saneamiento del agua. Por ello exigimos al gobierno municipal, estatal y federal que asuman su responsabilidad e instrumenten políticas públicas para revertir esta crisis del agua. Y la única política pública posible es la reducción de la extracción. Obviamente el gobierno no lo va a hacer nunca porque está obsesionado con una política extractiva de crecimiento económico y exportación de hortalizas, en el marco del Tratado de Libre Comercio.

El Segundo Foro fue de seguimiento. Invitamos a otros actores. Se ratificó La Declaración del Charco del Ingenio que ya se había entregado a todas las autoridades: Secretaría de Salud, CONAGUA, SEMARNAT, al gobernador del estado, a la CEAG, Secretaría de Salud estatal, a SAPASMA y gobierno municipal. No recibimos respuesta de nadie. La única política pública de las autoridades es la negación, —porque están aterrados—, así como el ocultamiento de la información y la descalificación de los actores, tanto científicos como activistas, ambientalistas o productores que han denunciado esta situación. Es muy preocupante que la única respuesta del gobierno sea esa.

OCAS:

En este Tercer Foro quedó clarísimo que existe una cooptación total de los gobiernos por parte de las grandes corporaciones nacionales e internacionales. Éstas se han apoderado de todos los recursos naturales. Si tú formaras parte del gobierno, ¿cómo podrías cambiar las políticas públicas sin afectar los intereses corporativos?

Cesar Arias:

Sí, las autoridades son coadyuvantes. Cuando se amparan las comunidades contra Monsanto, son SAGARPA y SEMARNAT quienes defienden a Monsanto. Es difícil cambiar las políticas públicas desde adentro pero hay maneras tácticas para lograrlo. Existen alrededor de 3 mil pozos en la Cuencia de la Independencia, de los cuales la mitad son ilegales, irregulares y clandestinos con la complicidad de las autoridades. Una primera medida que no compromete tanto el concepto de crecimiento económico de la exportación de productos agrícolas, sería cerrar los pozos ilegales, irregulares y clandestinos. Así reduciríamos la extracción a la mitad. De esa manera podría empezar a recuperarse el manto acuífero.

Pero CONAGUA no cierra los pozos porque las autoridades están comprometidas con los intereses de las corporaciones extranjeras y también nacionales, criollas. Sabemos todos que Javier Usabiaga, quien fuera secretario de agricultura con Vicente Fox y del gobernador Miguel Márquez de Guanajuato, es el princpial extractor de agua en el estado. Él renta terrenos, ranchos y siembra hortalizas para exportar brócolis y otros productos a Estados Unidos.

Estas familias, junto con las corporaciones internacionales, son las causantes de la crisis sanitaria del agua. La extracción desmedida está conduciendo a esto y afectando a las comunidades más pobres del estado.

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En entrevista con Ignacio Soto, presidente del Consejo Estatal Agroalimentario y presidente de la Asociación Agrícola de San Miguel de Allende, él se refirió a un nuevo Plan Hídrico de los agricultores —elaborado junto con científicos de la UNAM y otros actores— que equilibraría el acuífero para el año 2040 si se logran 15 mil hectáreas de riego por goteo. Esto requiriría un fuerte subsidio por parte del estado, que según Ignacio Soto, no lo está recibiendo aún…

César Arias:

No conozco este plan. Pero el Plan Estatal Hidráulico sí es de extracción a lo bestia sin ningún límite de técnicas de riego. Sin embargo, sabemos que algunos de los agricultores más poderosos han empezado a sustituir el riego de surco y aspersión por el de riego por goteo. Esto implica una inversión enorme y no todos los productores están dispuestos a invertir en ello. Por otro lado no sé qué tan confiable sea el cálculo de 15 mil hectáreas de riego por goteo para garantizar el equilibrio del acuífero.

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Lo que sí es un hecho es que los consumidores tienen todo el poder para cambiar la extracción desmedida del subsuelo si empiezan a exigir que la producción agrícola sea generada bajo condiciones de ahorro del agua. Nuevamente, Ignacio Soto asegura que el mercado es el que controla los comportamientos de los agricultores y gobiernos.

César Arias:

Esto no lo había escuchado, me parece muy interesante, aunque utópico en el corto plazo… tal vez no en el largo plazo. Ese sello de ahorro del agua sería ideal pero tendría que ser impulsado por las propias autoridades y no tienen la menor intención de hacerlo. Me parece que podría funcionar en Bélgica o en Suiza de inmediato, pero en México lo veo difícil. ¿Cómo generas esa conciencia en un estado de postración, de asistencialismo, de paternalismo estatal, de control electoral de la población y de falta de empoderamiento de las comunidades, así como de falta de gobernanza? La crisis del acuífero es un problema que está ardiendo y requiere de soluciones inmediatas.

El agua no se está dirigiendo a producir alimentos para la población, para el mercado interno, y estos agricultores no están pensando en un mercado interno. El mercado de Estados Unidos tampoco está interesado en el ahorro del agua de los mexicanos porque es el país más depredador del mundo.

Por otro lado, las comunidades afectadas por esta situación del agua no están reaccionando. Son los grupos activistas los que sí reaccionan. Entonces, ¿cómo lograr que las comunidades pierdan el miedo, pierdan la pasividad en las que los ha metido un priismo centenario destruyendo el tejido social para poder controlar a las comunidades? ¿Cómo lograr empoderarlas de tal manera que sean ellas las que exijan al estado el saneamiento del agua? Quisiera yo ver la primera comunidad rural o suburbana que reaccione y despierte y vaya con las autoridades y les diga: “Ustedes me van a respetar mis derechos al agua de acuerdo al artículo 4o de la Constitución y a los Tratados Internacionales que me garantizan un agua asequible, accesible, limpia y sana.”

El gobierno no lo está cumpliendo, como pudo constatar claramente Leo Heller, el Relator del Agua del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, durante su visita de trabajo a México en 2016. ¡El informe de Heller sobre México es espeluznante!

Quienes deben reclamar sus derechos son las comunidades mismas. Las organizaciones civiles que estamos en medio sólo deberíamos ser los articuladores, los asesores de las comunidades, los que les proporcionamos la información científica y el vínculo con las universidades.

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Leo Heller es sólo una figura moral ¿no?

César Arias:

No, México ha firmado tratados internacionales y está obligado jurídicamete a cumplir con sus compromisos. Las comunidades pueden ir tan lejos como obligar al estado mexicano a cumplir con los tratados internacionales.

Ya tenemos diez años con esta historia desde que se detectaron el fluoruro y el arsénico en el agua extraída del subsuelo. Y la actitud de las autoridades se va cerrando cada vez más. En San Miguel de Allende hay cosas que no sabemos a nivel de información. En 2013 obtuvimos milagrosamente por parte de SAPASMA los resultados de los análisis de la zona urbana de San Miguel. Y apareció el fluoruro en unos cuatro pozos. Todavía no se registraba arsénico entonces. Pero en tres pozos apareció mercurio por arriba de la norma. ¡Es un veneno letal! Fluoruro y arsénico son un juego de niños comparados con el mercurio.

¿Cual fue la reacción del SAPASMA y Secretaría de Salud? Silencio absoluto. Negación, ocultamiento y descalificación. Y no hubo error de medición. Recientemente y con mucha reticencia finalmente logramos que SAPASMA nos diera los resultados correspondientes a 2016-17. En los tres pozos donde había aparecido el mercurio, no hubo indicio alguno de este elemento. Entonces ¿qué pasa? O están mal los estudios o están revolviendo el agua porque ¡la única política pública es esa, mezclar el agua de pozos contaminados con agua de pozos no contaminados!

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José A. Jaramillo, director de SAPASMA, reconoció publicamente en el Foro del Agua que ésta es una medida transitoria porque los niveles de contaminantes van a seguir aumentando.

César Arias:

Esto es fundamental. Es un primer reconocimiento de una autoridad sobre la gravedad del problema. Pero la pregunta sigue siendo, ¿por qué el mercurio desaparece en el 2017? Si hay falseo de información, es un delito federal.

Por otra parte, los niveles elevados de arsénico no existían en los pozos urbanos de San Miguel, sino solamente en los pozos rurales. Sabemos que el pozo de la comunidad de Guanajuatito, contiguo a Puerto de Nieto, es un caso gravísimo de arsénico tres veces por encima de la norma oficial. Hay otros pozos con el arsénico hasta seis veces por arriba de la norma, en San Luis de la Paz. Ante esta situación ¿qué están esperando las autoridades? ¿Que les estalle la bomba en las manos? Si no van a encontrar una solución junto con las comunidades, ¿cómo le van a hacer? En Guanajuatito están montando actualmente una planta de osmosis inversa, como se hizo público en el Foro del Agua. Pero que no se entere nadie…todo es soterrado.

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Creo que no encarar la situación ya es insostenible para las autoridades. Y por otra parte, ya viene el relevo de poderes municipales…

César Arias:

Esta es una coyuntura específica. Por primera vez hay una candidatura independiente con una planilla del grupo SOMOS. Los veo capaces de encarar una situación a nivel municipal. Desde el municipio podrían tener una voz ante el gobierno federal y estatal mucho más poderosa que la de las organizaciones civiles. Y puede ser una gran cosa que juntos, —las autoridades municipales, las comunidades y las organizaciones civiles— podamos trabajar en un mismo sentido. Sería una fuerza poderosa. Las autoridades federales y estatales tendrían que actuar y hacer ese cambio de políticas públicas que son absolutamente necesarias.

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Para finalizar, ¿qué ha sido lo más esperanzador de los tres foros?

César Arias:

La participación de todos los que han estado ahí. También cierta difusión que ha tenido la información presentada en los foros. Pero sobre todo, la presencia de gente de las comunidades que son las víctimas directas de esta tremenda injusticia hídrica que estamos viviendo.