La articulación entre municipios para combatir el abatimiento del acuífero que subyace a la Cuenca del Río Laja es un asunto pendiente que debe empezar a gestionarse a la brevedad. “Ya estamos en pláticas con la Secretaría de Agricultura del Estado”, anuncia Francisco Peyret, al frente de la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad. “Ellos son parte del distrito más importante que es la cuenca Lerma-Santiago y desde ahí queremos convocar a los municipios que tienen relación con el Río Laja. Vamos a empezar por ahí.”

Francisco Peyret considera que San Miguel de Allende debe ser la punta de lanza entre municipios vecinos y muchos “se están acercando a nosotros para saber cómo estamos haciendo las cosas”. El programa Cero Plástico, por ejemplo, implica de por sí un liderazgo importante. “Para la Secretaría de Medio Ambiente del Estado está muy claro que nosotros vamos de avanzada en muchos temas de la agenda política. En foros y talleres ponen sobre la mesa estos casos donde ellos también concurren con sus programas.”

El desarrollo organizacional de los municipios es muy diferente entre sí. SMA tiene una Dirección de Medio Ambiente con cien colaboradores. Tiene un Fondo Verde, un Fondo de Agua y una política de vanguardia. Sólo Irapuato es comparable. En otros municipios una Dirección de Medio Ambiente se reduce a un departamento adjunto a la Dirección de Desarrollo Urbano. Son cuatro municipios que deben impactarse con una agenda de programas que resuene entre todos.  El desafío es grande.

Según Peyret, la Secretaría del Medio Ambiente del Estado está trabajando de cerca con cada municipio para que esta articulación sea efectiva. “Cuando ves las convocatorias que lanza la Secretaría te haces conciente de que es muy difícil participar si no tienes recursos. Te quedas fuera de la jugada. Le corresponde a la Secretaría madurar estas organizaciones para que participen por igual.”

Sumado a los proyectos del agua, conservación y restauración, la Dirección debe vigilar también el impacto ambiental de la creciente urbanización, el turismo galopante y el colapso vial. La  articulación entre dependencias del gobierno municipal para crear soluciones conjuntas requiere de estrategias efectivas, sobre todo en el rubro del turismo que estresa a la ciudad de SMA como nunca antes. Los empresarios y el gobierno  están determinados en generar un turismo más específico en torno a la cultura, el arte y la educación que es el que correspondería a un Patrimonio Histórico de la Humanidad. Esto, agrega Peyret, se vincula con las políticas y zonas de conservación para encontrar otros intereses turísticos con un enfoque sustentable.

“SMA no puede sostener un turismo de masas sino de avistamiento de aves, de caminatas por el campo, de zonas para acampar, de visitas a la Cañada de la Virgen. Es un turismo más inteligente. Este enfoque cambiará la publicidad de manera radical, sobre todo cuando el ayuntamiento ya aprobó que el  2020 sea el Año de la Sustentabilidad y el Medio Ambiente. Es importante informar qué estamos haciendo con respecto al cambio climático a nivel local y nacional.”

En el Consejo Turístico Empresarial están representados todos los sectores. Su enfoque ha sido promocional básicamente. Pero la crisis severa del 2008 provocó que los empresarios empezaran a crear otros productos turísticos, más allá de lo urbano.  Se promovió un turismo de  aventuras, de bodas y más adelante SMA se convirtió en Patrimonio Histórico de la Humanidad, además de la ciudad más bonita del mundo. “Con esta misma dinámica  muchos centros históricos se empezaron a masificar.”

Francisco Peyret recuerda que hace 10 años la composición del turismo en SMA era de un 70 por ciento ocupando hoteles y un 30 por ciento de excursionistas que llegan, pasean y se van. Hoy día la composición es de un 50/50  y eso “crea un foco rojo”. De ahí que el 2020 tiene que convertirse en un parteaguas. “Está claro qué tenemos que hacer y en la medida en que convoquemos bien a la ciudadanía para que nos ayude a lograrlo, vamos a ir cada vez más lejos.”

Peyret también reconoce una relación “muy proactiva” entre la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad con la de Servicios Públicos, además de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Social y Protección Civil, “un jugador importante en el tema de atención a riesgos por inundaciones y demás”.  La colaboración con Desarrollo Social se enfoca en limpiar los arroyos y mejorar los espacios públicos. “Desarrollo Social opera muy bien con los líderes de las colonias y comunidades. Ya limpiamos el arroyo de las Cachinches y Sapasma va detrás de nosotros tapando las descargas ilegales. Sapasma se metió debajo del Mercado de las Artesanías y realizó un trabajo maravilloso. Limpiamos desde el Obraje hasta un poco antes del Mercado de Guadalupe.  Ahora estamos habilitando el tramo que va desde Obraje hasta el puente de La Aurora” donde se planifica un parque lineal con iluminación para que la población pueda caminar disfrutando del espacio público.

La Presa Allende y las comunidades aledañas tendrían que atenderse con mayor esmero y ese es un tema pendiente. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha mostrado su interés para ampliar el Fondo Verde destinado a esa zona con proyectos de y para las comunidades. Sapasma, por su parte, estaría actualizando la planta de tratamiento existente mientras proyecta montar otra del mismo tamaño.  

Es un reto y un compromiso. Las acciones planteadas por la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad están diseñadas para convertirse en políticas de larga duración a fin de resolver lo que “ya sabemos desde hace 20 años”. Para Francisco Peryret, su dinámica es “compartir esta visión” con todos los sectores de la sociedad “porque solos no podemos”. Los empresarios, los ciudadanos, las organizaciones civiles e incluso los desarrolladores tendrán que alinearse para caminar juntos.