Con la fundación Gonzalo Río Arronte se financia parte del proyecto más ambicioso que hasta la fecha Caminos de Agua ha coordinado en la región junto con INANA, A.C., dedicada al cuidado y conservación de las abejas nativas, al agua y comunidades de aprendizaje.
Atenderá 30 comunidades de 4 municipios que resultan ser de los más afectados por contaminación de agua subterránea: Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión, San Luis de la Paz y San Miguel de Allende. A lo largo de 3 años llegaremos juntos a los objetivos a través de las siguientes actividades: monitoreo educativo de 20 pozos para conocer y/o actualizar los resultados de la calidad de agua profunda del área de intervención; construcción de 330 cisternas de captación de lluvia para consumo humano (dos modelos); construcción de 30 sanitarios secos; capacitación para la implementación del filtro cerámico de agua de lluvia para consumo humano y la formación en gestión integral de cuenca a promotoras/es comunitarios en la Comunidad de Aprendizaje con la metodología de prácticas narrativas y educación popular. Para el logro de todo esto es necesaria la colaboración de muchos.
Ya cumplimos un mes de la puesta en marcha del proyecto “Agua y salud en la subcuenca alta del Río Laja: Soluciones y capacidades instaladas en cuatro municipios del estado de Guanajuato”, simplificado como proyecto “Agua y Salud”. Después de un año y medio de haber sido formulado; la Fundación Río Arronte aprobó esta iniciativa de tres años con sus inevitables ajustes por pandemia. Estamos trabajando con mucha voluntad y esperanza.
Hoy más que nunca en Caminos de Agua se sigue privilegiando el trabajo colaborativo, es un reto cada vez más notorio e inminente ante la crisis hídrica y ambiental que vivimos en nuestra cuenca. Luchamos por difundir datos e información, capacitar en la construcción de sistemas de captación de lluvia, promover la organización comunitaria y solo colaborando y en red podremos abonar a la conciencia para hacer frente a los desafíos que la vida digna del campo enfrenta. Colaborar no sólo es apoyar o ser apoyados sino también construir, pensar y accionar colectivamente hacia un mismo fin, en este caso, hacia las personas y nuestra relación con el agua. Al colaborar sumamos nuestros saberes, aprendemos el cuidado y nos organizamos; juntos nos fortalecemos.
La suma de actores fue clave para la colaboración en este proyecto. Surgió con el compromiso de cada un@: INANA, A.C. con su amplia experiencia como asociación civil y donataria autorizada apoyó en la formulación del proyecto, su administración y la representación legal. Para lograr las actividades, diseñar y planear las estrategias en las comunidades, Caminos de Agua trabajó junto con las organizaciones de base de San Luis de la Paz y San Diego de la Unión: CUVAPAS (Comunidades Unidas por la Vida y el Agua, Pastoral Social) y SECOPA (Servicios Comunitarios de Pozo Ademado) proponiendo un alcance a escala regional con la construcción de tecnologías para favorecer el acceso humano al agua. Dichas organizaciones de base, coordinan la participación de las comunidades gracias a su comprometido trabajo por décadas. CUVAPAS también reconoció la intención de 30 familias para ir “un paso más” adoptando el saneamiento ecológico con sanitarios secos, para lo cual involucramos a una institución de asistencia privada local llamada Fundación Buena Tierra y a GAIA, A.C. Otro actor del proyecto es la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad de San Miguel de Allende que se sumó con la aportación de materiales para las cisternas en comunidades de este municipio.
El centro comunitario San Cayetano y SECOPA aportarán las sedes para crear una Comunidad de Aprendizaje cuyos participantes serán desde las mujeres madres de familia beneficiadas, miembros de la Hermandad de la Cuenca, jóvenes estudiantes de escuelas rurales que tienen sistemas de captación de lluvia, hasta las imparables promotoras comunitarias de las organizaciones de base.
Hemos denotado la importancia de optimizar el vínculo y colaboración entre Caminos de Agua y las organizaciones de base. Sin imponer y con experiencia en fortalecimiento de organizaciones, INANA A.C. estará abonando a estas y otras articulaciones a través de la Comunidad de Aprendizaje y estamos seguros que se verán frutos contundentes para profundizar el trabajo que tod@s venimos haciendo en la región.
Las prácticas narrativas serán oportunas guiando estos encuentros durante los tres años, para fortalecer al interior el trabajo de promotoría comunitaria en gestión de cuenca, para no perdernos en el mundo de las acciones y poder tomar distancia, para facilitar el tejido de la voz colectiva. Apuntalará inclusive el proceso de monitoreo de la calidad de agua de los veinte pozos comunitarios que mostraremos.
La Comunidad de Aprendizaje dará por resultado un libro construido colectivamente con las palabras y narraciones.
Coordinar esta red de intenciones es enormemente gratificante.
Casilda Barajas Rocha
Coordinadora del Equipo Educación de Caminos de Agua
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