Ya Einstein lo dijo claramente: “Los antiguos sabían algo que hemos olvidado”.

La reconexión con el pasado nos revela la verdadera historia del mundo construida con ejemplos de solidaridad comunitaria. Impulsados por esta visión de las culturas antiguas, restaurar el planeta se vuelve una tarea no sólo posible, sino necesaria. Es evidente que aquello que le hacemos a la naturaleza nos lo hacemos a nosotros mismos. Estamos unidos por lazos que sostienen la vida misma.

La recuperación de nuestro entorno requiere, por tanto, de una visión sostenida a largo plazo. En la aplicación de eco-tecnologías, no sólo viables económicamente, —por sus bajos costos—, sino por la facilidad de su implementación, hay un valor agregado que no existe en las grandes obras de ingeniería del agua de los gobiernos del mundo: la participación y co-responsabilidad de las comunidades rurales.

El Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, a través del programa de Cuencas y Ciudades estableció recientemente un vínculo con el Watershed Management Group de Tucson, Arizona para capacitar a grupos de la sociedad civil y representantes de gobiernos municipales y estatales sobre temas de infraestructura de agua.

Dadas las condiciones de carencia de agua potable y contaminación de pozos en muchas comunidades rurales y ciudades, este grupo plantea propuestas alternativas para hacer un mejor uso y distribución del recurso a través de sistemas activos (obras para cosecha de agua de lluvia) y pasivos (zanjas, bordos y terrazas que capturan el agua de lluvia para infiltrarla al acuífero).

En 2015 el Fondo Mexicano organizó un primer taller en La Paz, Baja California donde participaron los 10 socios de proyectos de manejo de cuencas a nivel nacional. El grupo Salvemos Rio Laja representó a la región centro del país donde, desde hace 20 años, desarrolla acciones de restauración y conservación a través de sistemas pasivos con la participación de campesinos y ejidatarios.

A raíz de aquel taller Salvemos Río Laja, con el apoyo del Fondo Mexicano reprodujo en septiembre pasado el mismo taller en colaboración con el Servicio Forestal de Estados Unidos. Se reunieron en San Miguel de Allende 20 representantes de diferentes asociaciones civiles locales, así como funcionarios del estado y técnicos del municipio de León donde ya se echaron a andar acciones de infraestructura verde para hacer frente al cambio climático que se refleja en el incremento de los niveles de temperatura del planeta, los procesos de desertificación agudos y las alteraciones en los ecosistemas (pérdida de vegetación nativa, de fauna y de especies polinizadoras).

Actualmente se construyen sistemas de cosecha de agua de lluvia en las comunidades rurales de Irapuato, en colaboración con los Cuerpos de Conservación de Guanajuato, también presentes en la comunidad de Tierra Blanca en el Municipio de San Miguel de Allende. Este año el grupo Salvemos Río Laja igualmente instalará 55 sistemas de agua de lluvia en Piedra Rodada en el municipio de Dr. Mora,

En el Municipio de San Luis de la Paz se ha instalado un colector general que recibe agua de lluvia recuperada de 55 hogares marginados en la Comunidad de Derramadero Segundo. Esto beneficia a las 3 mil personas de tres comunidades que circundan la Presa de La Cebada.

Con proyectos compartidos como estos el Fondo Mexicano y el Watershed Management Group, se prevé cubrir el mayor número de comunidades en la región de la subcuenca alta del Río Laja.

La tarea, entre 2017 y 2018 es no sólo posible, sino se está llevando a cabo.

Einstein said: “The ancients knew something we have forgotten.”

Reconnecting with our past reveals that the true history of the world is built on supportive communities. Driven by this vision of ancient cultures, restoring the planet becomes a task not only possible but necessary. Clearly, what we do to nature, we do to ourselves. We are united by ties that sustain life itself.

The healing of our environment requires therefore a sustained long-term vision. With the application of eco-technologies, not only economically viable for their low cost but for their ease of implementation, there is added value that does not exist in the big engineering works of water infrastructure done  by the governments of the world: participation and co-responsibility of rural communities.

 El Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (the Mexican Fund for the Conservation of Nature) through their program Cuencas y Ciudades ( Watersheds and Cities) recently established a link with the Watershed Management Group of Tucson, Arizona in order to train non-profit organizations and representatives of municipal and state governments in water infrastructure issues.

Given the  lack of drinking water and contamination of wells in many rural communities and cities, this group presents alternative solutions for better use and distribution of water through active systems (rainwater harvesting) and passive systems (trenches, ponds, and terraces that capture rainwater to infiltrate the aquifer).

In 2015 the Fondo Mexicano organized a first workshop in La Paz, Baja California where 10 members of watershed management projects nationwide participated. Salvemos al Rio Laja represented the central region of the country where, for 20 years it has facilitated restoration and conservation through passive systems with the participation of farmers and ejidatarios.

Following that workshop, Salvemos al Rio Laja, with the support of the Fondo Mexicano, organized last September the same workshop in collaboration with the US Forest Service. Twenty representatives of various local non-profit organizations  and state officials gathered in San Miguel de Allende, along with technicians of the municipality of Leon, who have already started implementing green infrastructure to cope with the increase in temperature levels of the planet, acute desertification and changes in ecosystems (loss of native vegetation, wildlife and pollinator species).

Currently, rainwater harvesting systems are also being built in rural communities in Irapuato in collaboration with the Cuerpos de conservación (Conservation Corps) of Guanajuato, which also works in the community of Tierra Blanca in the municipality of San Miguel de Allende. This year Salvemos al Río Laja  also installed 55 rainwater systems in Piedra Rodada in the municipality of Dr. Mora,

A general collector of rainwater captured from the roofs of 55 households has been installed in the community of Derramadero Segundo in the municipality of San Luis de la Paz. This benefits 3,000 people from three communities surrounding the Presa de La Cebada.

With joint projects such as these, the Fondo Mexicano and the Watershed Management Group, in collaboration with local groups, will provide basic water needs for a large number of communities in the region of the Upper Río Laja sub-basin.

The task, between 2017 and 2018, is not only possible but is being accomplished!