Durante el segundo encuentro de la serie Diálogos del Agua de la campaña de conservación Aguavida SMA se habló del aumento de las tarifas del agua para quienes más la consumen, así como de una distribución más equitativa en toda la región. Pero los inversionistas insisten en obtener ganancias por encima de la racionalidad ambiental y esta actitud es “suicida”, sobre todo en un momento de extrema sequía, expresó el doctor Javier Castellanos, miembro del Sistema Nacional de Investigadores

El experto advirtió que aún padeciendo el tercer año de severa sequía, el estado de Guanajuato continúa extrayendo de sus 16 mil pozos la cantidad de casi 5 mil millones de metros cúbicos por año para uso doméstico, industrial y agrícola. “Si continuamos con esta sobreexplotación, nuestro futuro se ve complicado”. Esto es sólo el principio y “no estamos prestando atención”, pese a que nuestras presas están al 20 y 30 por ciento de su capacidad, indicó el doctor Castellanos, líder nacional de investigación en nutrición vegetal del INIFAP durante el periodo 2000-2006. Explicó que en otras partes del mundo, el año pasado se registró la peor sequía de los últimos 50 años. Durante la mesa sobre Sequía y desertificación también participó el doctor Juan B. Morales- Malacara, Coordinador de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias Juriquilla/ UNAM. Moderó en esta ocasión Mario Hernández, director del Charco del Ingenio y Presidente del Observatorio Ciudadano del Agua y Saneamiento (OCAS-SMA).

El doctor Castellanos expresó que en México debemos enfocarnos en las 30 millones de hectáreas para uso agrícola en tanto que muy pocas tienen agua subterránea; el resto depende de las temporadas de lluvia. Con el cambio climático los ciclos estacionales se han vuelto impredecibles, afirmó. Plantea la hipótesis de que de agotarse el agua subterránea en los próximos 14 años, —tal y como se predice de no tomarse medidas drásticas—, tendríamos que depender de los cultivos de temporal, algo totalmente inverosímil por lo errático de las estaciones de lluvia, lo que nos obligaría a depender de otros países para el abastecimiento alimentario.

En una zona semidesértica como es San Miguel de Allende, en donde la capacidad de recarga del acuífero es nula, se requiere de medidas inmediatas para prever cuánta industria, desarrollo inmobiliario y agrícola puede sostener la La reforestación se plantea como una tarea indispensable para evitar el avance de la desertificación y erosión de los suelos, siempre y cuando los árboles sean originarios de la zona. El doctor Juan B. Morales-Malacara explicó que los árboles de diferentes especies pueden dañar las especies locales. Hay algunas sustancias presentes en ciertos tipos que generan un rechazo a otros árboles. La importancia de conocer los ecosistemas de la región también garantiza también la sobrevivencia de la fauna local. El doctor Morales-Malacara explicó que los animales tienen que reconocer su fuente de alimento para seguir subsistiendo.

La reforestación sí ayuda a la recarga del acuífero aunque de manera indirecta, mientras que previene directamente la erosión de los suelos. Además, hay formas de recargar el acuífero identificando cuencas donde el flujo de entrada del agua es natural, explicó el doctor en ciencias biológicas. No es conveniente perforar entradas de recarga de manera arbitraria ya que “debemos asegurarnos de que el agua efectivamente logra llegar al acuífero y no cae en una cueva subterránea contaminada por los proyectos de vivienda, industria o depósitos de basura”.

During the second of the Water Dialogues series hosted by the conservation campaign Aguavida SMA, the increase in water rates for those consuming more water was discussed along with the need for a more equitable distribution throughout the region. But investors insist on making profit above all environmental rationality and this attitude is “suicidal, especially in times of extreme drought”, said Dr. Javier Castellanos Ramos, a member of the National System of Dr. Castellanos also expressed his concern about the fact that even suffering the third year of severe drought, the state of Guanajuato continues drawing from its 16 thousand wells the amount of nearly 5 billion cubic meters per year for domestic, industrial and agricultural consumption. “If we continue with this depletion, our future looks complicated.”

This is just the beginning and “we are not paying attention,” even though our dams are at 20 and 30 percent of their capacity, according to Dr. Castellanos, National Leader in Plant Nutrition Research of the INIFAP during the period 2000-2006, who explained that in other parts of the world last year suffered the worst drought in half a century. In the panel on Drought and Desertification also participated Dr. Juan B. Morales-Malacara, Coordinator of the  multidisciplinary Teaching and Research Faculty Juriquilla / UNAM. Mario Hernandez, director of El Charco del Ingenio and president of the Citizen´s Observatory for Water and Sanitation (OCAS-SMA) conducted the discussion.

Dr. Castellanos said that in Mexico we should focus on the 30 million hectareas used for agriculture since few have ground water; the rest depends on the rainy seasons. But with the impact of climate change seasonal cycles have become unpredictable, he said. According to Dr. Castellanos, if drastic measures are not taken into consideration such as better practices and regulation and as a result the groundwater is depleted in the next 14 years, —as predicted–, we will have to rely on seasonal crops, something totally implausible when all we have are erratic rainy seasons. This would mean that Mexico would have to rely on other countries to guarantee its future food supply.

Both the public and speakers agreed that in a semi-desert like San Miguel de Allende, where the recharge of the aquifer is zero, immediate action and precise environmental indexes are required in order to determine how much industry, housing development and agriculture the region can sustain.

Reforestation is seen as an essential task to prevent the advance of desertification and soil erosion, as long as the trees are native to the area. Dr. Juan B. Morales- Malacara explained that trees of different species can harm native species. There are some substances present in certain types that generate a rejection of other trees. Also, the importance of using native plants ensures the survival of the local wildlife. Dr. Morales-Malacara explained that the animals have to ecognize their food source as they are an established part of a highly developed ecosystem.

Reforestation helps –indirectly– to recharge the aquifer and directly helps prevent soil erosion. Additionally, Dr. Morales-Malacara stated that there are ways to recharge the aquifer by identifying natural basins where the water inflow is natural.

No recharge entries should be arbitrarily drilled because “we must ensure that the water actually makes it to the aquifer instead of falling into an underground cave contaminated by housing projects, industrial or garbage deposits”.